Algo más que un recorte

La marca Barça está acaparando el mercado nacional de una manera que era inimaginable hace 30 años. Un fin de semana cualquiera, el Barça puede estar jugando competiciones oficiales en 3 o 4 canales distintos de televisión y en deportes diferentes. Las radios cuando hacen repasos a las competiciones de deportes minoritarios nombran al Barça siempre.

Si vamos a Europa y al resto del mundo la situación no alcanza esos niveles, pero parecida y muy superior a la de cualquier otro club polideportivo. En los países como Dinamarca, Alemania o Suecia el Barça es el club de Messi y del mejor equipo del mundo. En Grecia el Barça es el equipo de Xavi y su máximo rival en baloncesto. En Portugal el Barça es el equipo de Iniesta y el equipo de hockey más temido. Así podríamos seguir. Esa publicidad no se puede pagar con dinero, o si se paga sale caro.

Esto ayuda a que las audiencias de los partidos que disputa el Barça, en cualquier deporte, sean espectaculares. Nadie se ha percatado que en USA la finalísima de Wembley tuvo casi el doble de seguidores que la del año pasado, que también enfrentó a dos colosos del fútbol, como son el Inter y el Bayern.

Cuando se firmaron acuerdos comerciales como el de Turkish Airlines, o el más grande jamás firmado por el club como es el contraído con Qatar Foundation, se dijo que el valor de marca era superior porque las secciones permitían que el alcance de la esponsorización fuese mayor que si solo se tratase de un club con una única sección.

Las secciones están costando a día de hoy 45 millones de euros, contándolas todas, entre profesionales y las amateurs. Dicen que solo se ingresan de ellas unos 4 millones. Hacer esto es contar una medía verdad. Como hemos visto, por valor de marca, por imagen y por ingresos secundarios, sin contar nada intangible como la propia esencia de la institución, repercuten a ésta bastante más.

La Junta directiva ha comunicado en el peor momento posible una decisión de un enorme calado en los fundamentos del club. Es malo el momento porque en vez de hacer girar el debate en todo lo que ha supuesto para el Barça ganar la cuarta Champions, en vez de hablar del impacto que va a suponer para la imagen está victoria, en vez de dar bola a la rueda de la euforia, en lugar de todo eso lo que se hace es anunciar una decisión estructural que afecta a fundamentos instaurados desde hace más de 50 años.

Y se hace horriblemente explicado. Primero porque no sale el Presidente a explicar mesuras tan importantes. Después porque se explica a la misma vez que se comenta el aumento del precio del parking o del cambio del césped del Camp Nou. Y tercero porque se explican con medias verdades.

Es verdad que la intención inicial del club no es disminuir las partidas. Simplemente quieren disminuir el impacto de las partidas de las secciones en los presupuestos globales del club. Bien, el presupuesto del Barça en el ejercicio 2010-11 ha sido de 450 millones de euros y el de las secciones de 45.

Imagínense ahora que en el año 2016, el presupuesto del Barça es de 600 millones de euros. Pues el presupuesto que destinaría la Junta directiva del Barça sería de 30 millones. Es igual que por aquel entonces la situación económica sea diferente, ellos ya han establecido un plan y a las secciones se les habrán disminuido los presupuestos en un 33%. Eso siempre que el presupuesto del club crezca.

Para que las secciones mantengan el mismo presupuesto que ahora, dentro de 5 años el presupuesto del Barça deberá ser de 900 millones de euros. Se supone que todos estos recortes van a repercutir en una disminución de la deuda del club. Manteniéndose el presupuesto durante 5 años como ahora, el Barça se ahorraría 4,5 millones el primer año, 9 el segundo, 13,5 el tercero, 18 el siguiente y 22,5 el último. En total 67,5 millones en 5 años, 13,5 por año. O lo que es lo mismo, el 3% total del presupuesto. Todo siempre y cuando se mantenga en las mismas cantidades que este año.

¿Mucho o poco? Dependerá del modelo de club que tenga cada uno. Lo triste es que esta explicación no la hayan dado ellos. De hecho, uno de los argumentos que se han dado es que hay que potenciar la catalanidad del club y que por eso, las secciones competirán solo el territorio de Catalunya. Ante semejante pensamiento, solo cabe pedir que no tome por tonto al la culerada.

Porque viene dicho por aquellos que ceden gratuitamente el nombre del club para que el USAP venga a jugar en Barcelona. O vienen de aquellos que decían que Laporta empequeñecía al club con sus acciones que vinculaban el catalanismo con el club. Quien piense que algo se potencia excluyendo a terceros es que no sabe absolutamente nada. Que sepamos, no hay nada que ayude más al catalanismo, que ver jugar al Barça de voley en una cancha de Castilla. O ver correr a un atleta en un cross en Andalucia,, o ver jugar al Barça de hockey hielo en Aragón.

Si son deficitarias, mejor cerrarlas para siempre. Poco o nada aportar al Barça y al catalanismo si solo juegan por Olot, Prades o Torrefarrera. En esos rincones el Barça y Catalunya ya son conocidos. De lo contrario se da una imagen carpetovetónica impropia de una entidad que mira al siglo XXI con la intención de ser la más importante y global del mundo.

En épocas de crisis, los recortes son entendibles. Pero los recortes anunciados por la Junta parecen estructurales y no coyunturales. Representa un cambio de rumbo del club, que se ha explicado justo cuando más distraída está la gente y no se han dado los detalles suficientes y que se quedan a medio camino, porque dejar de disputar competiciones por España a hacerlo solo en Catalunya representa una cantidad mínima de ahorro.

En épocas de crisis, tan importante es ahorrar como intentar ingresar más. Una de las posibles vías de ingreso la Junta actual la ha cerrado. Nadie se puede hacer socio del club en estos momentos. Si imaginan que, aprovechando el tirón de la Champions se haga una campaña para que los barcelonistas se hagan socios… No hagan el esfuerzo. La Junta renuncia a estos posibles ingresos, por mil argumentos ya explicados, que siempre resultan diferentes y algunos son contradictorios entre ellos.

Cuando uno tiene problemas económicos, comenzar por dejar de comprar CocaCola es algo trivial. Si se tienen propiedades infrautilizadas, te planteas venderlas para aliviarte. Aquí no, aquí se deja de comprar la Coca Cola pero se mantiene un patrimonio que aún no sabemos para que lo queremos, como es el Mini. Aquí mencionamos a quien te ha dejado la deuda pero no agradecemos a quien te ha dejado lo deportivo como los chorros del oro.

Aquí de momento se hacen las cosas al revés. Se someten a votaciones cosas que son intrascendentes para el futuro del club, pero aspectos que cambian la filosofía de décadas se explican por el portavoz del club en ruedas de prensa de 20 minutos. Son tiempos difíciles que exigen medidas duras. Algunas cosas son necesarias, pero parece que aprovechando la crisis, se quiere cambiar los fundamentos del club. Y si no es así, se explican realmente mal.

No sabéis que triste es hablar de esto…pero las quejas a la directiva.

Pd: Y quien diga que no disfrutamos de la Champions o de todos los títulos del club en todas sus secciones que se ahorre el comentario, si algo tan importante como lo hecho por la Directiva no merece debate, es que nada lo merece.

Fuente: Por The Digital Garden